No juzgar un libro por su portada (ni su introducción)

Empezando a leer un libro de pentesting (los sueños de la infancia nunca mueren), dentro de las primeras 20 páginas me cruzo con lo siguiente:

1:

It may help to consider the Star Wars universe where there are two sides of the “force”: Jedis and Siths. Good vs. Evil. Both sides have access to an incredible power. One side uses its power to protect and serve, whereas the other side uses it for personal gain and exploitation. Learning to hack is much like learning to use the force (or so I imagine!).

2:

Among the most well known of these penetration testing distributions is one called “Backtrack”. Backtrack Linux is your one-stop shop for learning hacking and performing penetration testing. Backtrack Linux reminds me of that scene in the first Matrix movie where Tank asks Neo “What do you need besides a miracle?”, and Neo responds with “Guns. Lots of Guns”. At this point in the movie, rows and rows of guns slide into view. […] That is a similar experiencie most newcomers have when they first boot up Backtrack. “Tools. Lots of Tools”.

Con ambas referencias en tan corto lapso, debo decir que el libro me compró. Habrá que ver si vale la pena…

(el libro en cuestión es este)

Walk Hard: A Dewey Cox Story

No recuerdo qué fue específicamente lo que me motivó a conseguir y ver esta película, pero lo que sea que haya sido: gracias. “Walk Hard: A Dewey Cox Story” es una película que cuenta la historia de un músico ficticio, Dewey Cox, utilizando todos y cada uno de los recursos que usan todas las películas biográficas de músicos (en serio, no le falta ni UN puto cliché a esta película), con Ray y Walk The Line como ejemplos. Comprende también guiños a la vida de los músicos en sí, ya que por más exagerada que una película biográfica sea, para exaltar las características de quien es biografiado, en algo mínimamente verídico debe basarse.
Según el artículo de Wikipedia, el personaje Dewey Cox toma “prestado” cosas de los siguientes músicos: Bob Dylan, The Big Bopper, Buddy Holly, Elvis Presley, Roy Orbison, Jim Morrison, Brian Wilson, Glen Campbell, Jimmy Dean, Ray Charles, Jerry Lee Lewis, Donovan, Iggy Pop, David Bowie, Brian Wilson, Dennis Wilson, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, y Ringo Starr… pero principalmente Johnny Cash. Un personaje bien nutrido, con muchos ejemplos sobre los cuales trabajar.
La película tiene de bueno que cae absolutamente en todos los lugares comunes (que me encantaría enumerarlos pero sería arruinar la película), y buscando justamente ese fin. No es simplemente una película que aspiraba a más y los guionistas sin darse cuenta recurrieron a los clichés. No, acá lo sabían, y era lo deseado: poder reirse de la vida biográfica de los músicos, que por más especiales que ellos sean, muchas veces hacen que uno piense “esto no lo vi ya?” (y ese fue mi caso en particular con Ray y Walk The Line; me parecieron dos películas iguales).
Ya sin ceñirnos tanto a la historia, puedo mencionarles que en la película trabajan bastantes actores jóvenes y conocidos (al menos por mí :P) y con papeles realmente hilarantes (pero sin robarse la película, son apariciones cortas): Jack Black como Paul McCartney, Paul Rudd como John Lennon, Wolowitz (sí, porque no se llama Simon Helberg, se llama Wolowitz, el Wolowizard!) como Dreidel L’Chaim (un productor de música), Jack White como Elvis Presley (mágico y asombroso), Justin Long como George Harrison…
Y les dejo, como yapa, un video de una de las mejores partes de la película. Dewey Cox con su banda, The Beatles (los actores que hacen de The Beatles realmente se lucen), el Maharishi, y mucho, pero mucho, ácido.

Marley & Me

Aviso: tal vez diga algo sobre esta película que pueda llegar a ser considerado como spoiler, pero al parecer es algo que sabía todo el mundo (cómo termina la película).

Cuando uno ve el trailer de esta película espera encontrarse con la típica película cómica de una familia que adopta/compra un perro, el cual termina siendo indomesticable: destroza todo, ahuyenta a las personas ajenas a la familia, irrumpe con la tranquilidad de un hogar, genera problemas entre la familia, etc. Sí, alguna de esas cosas pasan, pero definitivamente no es la película con la que esperaba encontrarme.

Para mí la historia no tiene como principal protagonista al perro, la protagonista es la familia, o la “vida” en sí. La película es un recorrido a lo largo de una familia, desde el momento exactamente posterior al casamiento hasta estar ya asentados, con una casa propia, varios hijos, etc. Es increíblemente fuerte en cómo muestra las cosas que resignamos, nuestros anhelos de juventud que finalmente aceptamos que no van a poder realizarse (en cuestiones de trabajo, por ejemplo), para poder estar mejor; muestra las peleas entre los matrimonios, en las cuales se les echa la culpa al perro simplemente como una forma superficial de negar los problemas de fondo; muestra el paso del tiempo (aunque no se les nota ni un poco a los protagonistas, eso fue un poco flojo); muestra la enajenación de las amistades, que tomaron un camino diferente.

Al estar pensando en cómo hacer este post, me di cuenta (IMHO jaja) que la única función del perro es la de acompañar a la familia, desde sus inicios hasta que está asentada. Una especie de ángel de la guarda, que ve que una vez que está todo bien (casa linda, hijos felices y sanos, una madre que trabaja como ídem y un padre conforme con su nuevo trabajo), puede partir en paz, que su “trabajo está realizado”. Sí, es un lime, pero es tierno verlo de esa manera.

Yes Man (Sí Señor)

Hace poco más de una semana vi “Yes Man” (“Sí Señor”), con Jim Carrey como principal protagonista. Es una película en la que vuelve bastante al humor “bobo” (el físico, gestual) que hacía hace mucho tiempo, que es lo que mejor le sale y con lo que se hizo famoso. Me hizo acordar un poco a “Mentiroso Mentiroso” (quizás estoy mandando fruta, pero me dio esa impresión).

Cuenta la historia de un hombre al que le sale prácticamente todo mal en la vida, y que tenía costumbre decir “No” a todo. No a los préstamos que le pide la gente en su laburo (trabaja en un banco), no a sus amigos para salir, no a los mendigos para darles monedas, etc.

Todo eso, hasta que atiende un seminario en el que le obligan a empezar a decir “Sí” cada vez que originalmente tuviera un “No” planeado para responder. Esto empieza a cambiar su vida, trayéndole siempre (aunque en un principio no parezca) cosas buenas.

Una trama un poco cliché, pero lo que más me interesó de la película es que tal vez sea algo que debería practicar yo mismo. Estoy muy acostumbrado a decir que “no” a todo, al salir, al ofrecérseme nuevas oportunidades, y eso probablemente me “corte las alas”, me impida progresar, haga que me pierda muchas chances, etc. Algo que debería hacer… de ahí a que lo haga…

You don’t mess with the Zohan

Ayer dediqué 2 horas de mi vida a mirar esta nueva película de Adam Sandler. Puede ser que el post contenga algo de la trama que prefieran no saber… en ese caso no lo lean, pero no voy a contar el final tampoco :P.

Me gustó. El humor que encara es absurdo, y guaso, es un humor fácil, del que me gusta a mí :D. Nada de pensar al ir a ver (a mi cama) una película y quedarme reflexionando durante horas, simplemente quiero divertirme, reirme, y pasarla bien.

La historia trata sobre el mejor miembro del ejército israelí, Zohan, que, ya cansado de pelear, decide fingir su muerte y emprender un viaje a Estados Unidos para cumplir su sueño: ser peluquero (por lo que es tratado por sus padres de marica, pero veremos en el resto del film que no lo es :P).

En EEUU, vemos cómo consigue trabajo, fingiendo su identidad, en una peluquería manejada por… una palestina. Vemos también cómo pueden convivir (al menos en la película, habrá que ver qué sucede en la realidad), con algunos problemas y bromas, pero mínimas, ambas sociedades y culturas simplemente cruzando una calle del barrio. Los problemas de sus lugares de origen quedan allí, no se trasladan a sus nuevos hogares.

Acá se nos plantea un problema que se plantea en muchas canciones, películas, series: a qué le hacemos caso, a lo más visible o a lo que se esconde haciendo un análisis? En esta película, si prestamos atención a lo más visible, la misma es divertida, guasa rayando lo desagradable por momentos :P, entretiene. En cambio, si prestamos atención a lo que se encuentra en el fondo, podemos ver una fuerte crítica hacia la guerra entre Israel y Palestina (la madre de Zohan dice: “Ya llevan peleando 2.000 años, cuánto más puede durar?”), que sólo tiene injerencia ahí, y que es un “estigma” que se puede superar sin problemas en otras partes del mundo, y aún hacer chistes sobre ello y tomárselo con “calma” (sin caer en los extremos). Es algo a tener en cuenta, cómo Adam Sandler, aún perteneciendo a la religión judía, puede joder sin remordimientos con el tema, tratando, supongo, de alivianar la situación.

(probablemente si yo hubiera visto la película sin tener ninguna referencia anterior, me habría quedado con lo “visible”; como dije, me gusta divertirme ;), pero este artículo de La Nación me abrió la cabeza al verla para poder tener en cuenta ese otro aspecto del film).

La mejor (peor) escena de (in)acción de la historia

Miren ese video. Es difícil saber qué es lo peor… si el vestuario, si la música de fondo (medio marcha), el sonido (los gemidos del reptil son cualquier cosa, y el “soldado” ni habla), la escenografía (la roca grande, por Dios!), la coreografía (creo que no hace falta decir nada al respecto, es como “pegarle a alguien que está en el piso”).

Pasómelo MelinaNushka, que es chorra.