Se agradece a Nik, si bien es un artista dudoso por el cual perdí todo el respeto (en un momento le tuve, cuando era chico, pero al crecer me di cuenta que era un ladri, que repite siempre los mismos chistes, y que no tienen gracia), el haber sintetizado de esta manera la opinión pública.
Siempre trato de no hablar de política, no es un tema que me apasione, o que considere que tengo que hablar de él (¿por qué? Para no sucumbir a un gen argentino, el que nos hace opinar de todo sin saber), pero esta semana me encontré hablando de política y del país en la clase de violín, con mi profesor de alemán, y con mis abuelos… BASTA! Es más de lo que puedo soportar.
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