No juzgar un libro por su portada (ni su introducción)

Empezando a leer un libro de pentesting (los sueños de la infancia nunca mueren), dentro de las primeras 20 páginas me cruzo con lo siguiente:

1:

It may help to consider the Star Wars universe where there are two sides of the “force”: Jedis and Siths. Good vs. Evil. Both sides have access to an incredible power. One side uses its power to protect and serve, whereas the other side uses it for personal gain and exploitation. Learning to hack is much like learning to use the force (or so I imagine!).

2:

Among the most well known of these penetration testing distributions is one called “Backtrack”. Backtrack Linux is your one-stop shop for learning hacking and performing penetration testing. Backtrack Linux reminds me of that scene in the first Matrix movie where Tank asks Neo “What do you need besides a miracle?”, and Neo responds with “Guns. Lots of Guns”. At this point in the movie, rows and rows of guns slide into view. […] That is a similar experiencie most newcomers have when they first boot up Backtrack. “Tools. Lots of Tools”.

Con ambas referencias en tan corto lapso, debo decir que el libro me compró. Habrá que ver si vale la pena…

(el libro en cuestión es este)

Letras

El otro día estaba en una clase en la Facultad y el profesor necesitaba saber a qué número correspondía la letra J. Se puso a contar en voz alta/baja (es decir, no para adentro, pero ciertamente tampoco para que lo escuche todo el alumnado, ya que claramente no era algo importante para la clase cómo contaba), y empezó por la H. Claramente, al empezar por la H, se dio a entender (a mí, por lo menos), que él sabía que la letra H se correspondía con el número 8.

Me llamó la atención, porque en ese momento de la clase yo había hecho exactamente lo mismo: para saber cuánto valía la I, empecé a contar a partir de la H. Y me resultó curioso, y me empecé a indagar: ¿qué mérito puede tener la H como para que nos acordemos de cuánto vale, que no lo tenga la J? ¿Qué nos motiva a saber el valor numérico de ciertas letras y no el de otras? Sin dudas la J podría ser también considerada como una “letra a partir de la cual contar”. Es más, mucho mejor que la H, ya que la J es la número 10, la cantidad de dedos que tenemos (los de los pies no participan: ¿quién carajo cuenta con los dedos de los pies?), y si sabemos que vamos a necesitar contar hasta una letra a la cual no llegamos con dos manos (tampoco vale contar en binario con las manos, es posible pero incómodo), ¿qué mejor que tener una referencia a la última letra que sí podemos contar (aunque, claro, mejor sería tener en cuenta la K, la primer letra que NO podemos contar), para así tener una “posta” y seguir contando?

Pero no, por alguna razón elegimos la H. O tal vez sólo el profesor y yo elegimos la H, y estoy generalizando sin sentido… pero yo creo que si ustedes buscan en el fondo de sus corazones, se darán cuenta que pueden decir el valor de la H sin contar, mientras que si les pregunto la M, o la R, se les va a complicar un poco. Racistas de letras.

Sin dudas un tema interesante para debatir.

Mail

Ante la falta del cuarto integrante para los Trabajos Prácticos del cuatrimestre de la materia Algoritmos I, me vi obligado ayer a mandar un mail de reclutamiento a la lista de alumnos de dicha materia para ver si conseguíamos algún voluntario. Este es el mail:

Hola qué tal. Somos D.G., S.L.,” (nota: puse las iniciales, en el mail estaban los nombres completos)” y Matías Laporte
(no necesariamente en ese orden).

Como sabrán, debido a las restrictivas leyes vigentes, no hay TP sin
cuarteto, y no hay cuarteto sin 4 personas. Somos 3; ergo, resta una
persona que se sume a nuestro equipo.

No hay muchos lineamientos acerca de qué estamos buscando, porque
tampoco sabemos bien cuál es nuestro deber (más allá de aprobar…
¿cómo?). Tampoco nos interesa hacer promesas que no podremos cumplir
(nos encantaría prometerles un bizcochito de grasa y un mate lavado,
pero no sé si la situación nos lo permite).
Se habló en nuestro grupo que podía llegar a ser una mujer lo que
necesitábamos, justamente por los argumentos esgrimidos en un mail
anterior; sin embargo, rechazamos esa propuesta por considerarla
sexista, por lo que nos pronunciamos a favor los dos sexos y la
integración igualitaria.

Y juro que no puedo ponerle más onda al mail que lo que hice hasta
ahora… todos mandaron mails tan lindos y llenos de colores que mi
usual forma de escritura lacónica hubiera quedado opacada por ellos.

(el envío de este mail fue aprobado por votación democrática, con una
mayoría cualificada y una abstención, porque no encontré la persona en
el mazinyer; sumado el cuarto integrante futuras votaciones se
realizarán bajo el régimen de dictadura igualitaria, cuyo conductor se
decidirá en un cuadrangular de go, ajedrez, o puñetazos).

Luego recordé que había olvidado algo, por lo que tuve que mandar un segundo mail:

Disculpen el ruido, pero olvidé algo fundamental.

Si creen que responderme a mi mail puede resultar perjudicial para su
salud, les dejo asimismo otros métodos de contacto:

D.G.: mail@blablabla.com
S.L.: mail@blablabla.com
Matías “remera de arcoiris” Laporte: al mail desde el cual escribo, o
para charlas más íntimas mail@hotmail.com

También pueden optar por paloma mensajera, sin embargo dudaría que el
mensaje llegue a destino (al correcto, al menos; a menos que la paloma
mensajera sufriera de combustión espontánea o ingestión
accidental/voluntaria, siempre llegará a destino).

Hasta ahora, nadie respondió. Me parece que voy a tener que mandar un nuevo mail al Jefe de TP’s, diciéndole: “Tengo problemas para hacer amigos, me falta un integrante…” :(.

Depresión

Una de las formas en que te agarre es si en algún momento de tu vida te bajaste un CD llamado “Sonidos insoportables para molestar a los vecinos“, siendo uno de los tracks sea alguien “practicando escalas con el violín”; que tengas el “random” en la playlist del Winamp con todas las canciones del disco rígido, que empiece a sonar ese tema y pienses “hey, yo alguna vez me grabé tocando el violín?”

Basta, ya está

Si bien terminé perdiendo por goleada, no me afecta (no estoy “más afectado” que de costumbre :P, ya uno se termina acostumbrando…). Por fin, se terminó todo.

No quiero saber más de las materias hasta febrero/marzo, y ahora quiero aprovechar este tiempo libre que tengo para hacer lo que me gusta, rogando que este desaire y cambio de estado me favorezca en lo que respecta a las “ganas” del estudio en marzo. Hasta ahora después de cada garchada sucesiva etapa de parciales, no me enfoqué en hacer lo que me gusta, sino en seguir como todos los días.

Ahora quiero enfocarme en las tres cosas principales que más me motivan: la música, los blogs, y la programación. Quiero empezar a componer/arreglar/mezclar cosas, para divertirme y cagarme de risa, y ver si la falta de creatividad que tanto vapuleé en mi vida, empieza a revertirse; quiero darle bola y bola a TecnoGeek, y crecer más que lo que creció en estos seis meses desde su resurrección, postear más, hacer más inventos, probar más gadgets, etc., y todo eso también en este blog (y muy probablemente le cambie el theme nuevamente, dentro de poco, así se dejan de quejar :P); y quiero programar, quiero llevar a cabo varios proyectos que tengo en mi cabeza, uno de ellos, con amigos, bien groso (aunque las chances de que triunfe son muy pocas, es algo muy difícil y que depende mucho de fuerzas externas).

Eso.

1era. audición de Música de Cámara del Conservatorio de la Ciudad de Buenos Aires 2008

Hace tiempo hice este post, hoy decidí subir todo a RapidShare. Tengo también los audios de la 3era. Audición, pero no pienso subirlos ni hablar de ella hasta tener los de la 2da. Audición :P.

El link a RapidShare, acá. En el post que nombré antes está el programa.

2 más

Vamos, ríanse, pero tengo que decirlo: evidentemente, tengo una obsesión por las flautas.

En el rincón izquierdo tenemos una Yamaha Soprano Transparente, con digitación germánica. Me cagaron, me dijeron que no venían con digitación barroca, pero existen! Putazos. En fin, mi idea es ponerle leds adentro (o a los costados si es que afecta mucho la calidad de sonido) a la flauta, y tocar con lucecitas que se prenden y se apagan jajajaja.

En el rincón derecho de esta lucha tenemos una Möeck de madera, también soprano, pero ésta con digitación barroca, que es la que se utiliza en el Conservatorio. Hermoso instrumento, en dos partes (todas las flautas que tengo tienen 3 piezas, salvo la sopranino que me compré el otro día me parece, que también tiene dos), muy lindo al tacto, y lindo sonido. No deja de ser sin embargo un modelo de schulflöte (es decir, para escuelas; gracioso cómo acá en nuestras escuelas utilizamos flautas de plástico y allá en Europa llaman modelo de escuela a unas de madera).

Espérenme unos varios días a que me acomode con varias cosas que tengo planeado hacer un arreglo de una canción, para quinteto de vientos (es sexteto en realidad, pero me falta la flauta bajo :P).

Agradezco a la Sra. Federica por no haberme hecho sentir mal, ya que ella se compró un Ukelele y unos Bongoes :P.