Lamentablemente, no tengo ningún viaje en fecha cercana planeado, por diferentes motivos (facultad, facultad, facultad, y además facultad). Pero eso no evita que haya soñado en el último mes tres veces el perder un vuelo. La primera vez porque mi viejo, quien me iba a llevar, se retrasó; la segunda porque un amigo, quien me iba a llevar ya que no podía confiar en mi viejo, también se retrasó; y la tercera ya no me acuerdo, pero si quieren podemos decir que fue por las cenizas.
Qué manera de levantarse angustiado y, además, deprimido por la realidad.
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