Dark clouds may hang on me sometimes
Category: Personal
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Cuando no tenemos nada nuestro para decir, es que empezamos a hablar de los demás.
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Sin ninguna duda
Lo mejor de la vida es cuando, la noche siguiente a dormir 4 horas por un TP de la Facultad, te desvelás porque hay murciélagos del orto haciendo ruido en el taparrollos de la cortina.
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Qué hacés para darte cuenta cuándo se fue todo a la mierda, que ese futuro vaticinado y prometido no está ni cerca, cuando no encontrás satisfacción o alegría en casi nada…
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Cabeza
Lamentablemente, no tengo ningún viaje en fecha cercana planeado, por diferentes motivos (facultad, facultad, facultad, y además facultad). Pero eso no evita que haya soñado en el último mes tres veces el perder un vuelo. La primera vez porque mi viejo, quien me iba a llevar, se retrasó; la segunda porque un amigo, quien me iba a llevar ya que no podía confiar en mi viejo, también se retrasó; y la tercera ya no me acuerdo, pero si quieren podemos decir que fue por las cenizas.
Qué manera de levantarse angustiado y, además, deprimido por la realidad.
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Criterios
A la hora de juzgar y definir a una persona, ¿en qué te basás? ¿En cómo es con vos o con los demás?
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Fauces
La del perro sacada por mí, la del gato por mi viejo. Si hacen una cantidad de clicks apropiada, pueden ver las fotos en su tamaño original.
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Sin premio para los tímidos
No sé si es la (mayoría de la) juventud actual, depresiva y con ideales románticos, pero la figura del “amor de bondi/subte/transporte público” está muy arraigada a nuestras mentes. Buscamos enamorarnos efímeramente cada vez que salimos a la calle, intercambiar miradas, sonrisas, pero quedándonos la mayoría de las veces en el molde, sin actuar.
Después terminamos con cierto dolor justamente por eso, el what if. Si le hubiera hablado a esa persona, ¿qué habría pasado? ¿Acabo de perderme la oportunidad de conocer al amor de mi vida? Es la imaginación lo que duele, nos hace vivir un montón de sensaciones distintas de manera fugaz, y terminamos con un dejo de tristeza también por un corto tiempo, que nos hace replantear nuestra forma de ser, intentar ser más abiertos, ir hacia adelante y encarar a la persona con la que intercambiamos un instante de humanidad. Sin embargo, nada cambia.Hay un capítulo que considero fuertemente romántico de How I Met Your Mother, en el que Ted, protagonista, conoce a una chica en un casamiento, intercambia una mirada fugaz y, por supuesto, se queda prendido a ella. La joven, sin embargo, parece reticente a querer llevar las cosas más allá (¿cuándo no es así?), ya que el romance generado en un casamiento no lo considera real. Si bien los dos se sienten fuera de lugar en la celebración (nuevamente, ¿cuándo no es así?), ella quiere que la noche sea para recordar: quiere vivir algo diferente, simplemente compartir sin ningún tinte sexual) con alguien un momento agradable, y no verse nunca más para, de ese modo, no arruinar la memoria de una noche perfecta, y poder recordarla durante el resto de su vida (“Tonight, we’ll make a memory that will never be tarnished. Then, when we’re old and gray, we’ll look back on this moment… and it’ll be perfect…“). Hay que tener huevos para decir algo así, porque realmente pasaron una noche maravillosa, y ninguno de los dos quería realmente que termine (y cuando lo hizo, Ted se encargó de descubrir quién era la chica en cuestión, buscarla, y finalmente terminaron en una relación, aunque no terminó bien y la memoria fue finalmente empañada).
Salvando las distancias temporales (una noche en un casamiento no es lo mismo que un viaje en colectivo), creo que uno también necesita eso al buscar un amor de bondi. Algo que no se empañe, una memoria (de todas formas, rara vez volvemos a ellas, porque son tantas) que podamos recordar, aunque agridulcemente.
Y ahí es donde creo que AyerPasé la caga (por dos razones, una la que da título al post, la otra lo que vine desarrollando hasta acá). En vez de dejar las cosas en el pasado, como un agradable recuerdo, les da a las personas una oportunidad para manchar la memoria por completo, arruinarla, pasar sobre ella con un auto, retroceder, y volver a acelerar.
Además, no puedo menos que sentir tristeza hacia ciertas personas que buscan gente que conocieron una noche de verano hace 20 años (no estoy jodiendo, juro que hay “avisos” sobre hechos de larguísima data)… pasó mucho tiempo, cuál es la necesidad, no podés vivir obsesionado de algo que fue, no elegiste ese camino en tu vida, no entiendo cómo puede haberte marcado tanto como para que x tiempo después busques a esa persona. ¿Por qué no te diste cuenta en el momento? ¿Qué hiciste que ahora tenés que lamentarte el no saber qué fue de esa persona? Lo cual lleva a la segunda parte del post.Si sos cagón, jodete. No te merecés tener una 2da. oportunidad. Si pasaste un largo viaje haciéndole ojitos a otra persona y ella te los retribuyó (o al menos eso creíste, si no la misma no tendría forma de identificarte)… ¿POR QUÉ NO HABLASTE EN ESE MOMENTO? Deberías haberte atrevido a dar el paso, no dejar que el momento pase, porque si no fuera por Internet, habrías perdido la, tal vez, oportunidad de tu vida. Hay que aprender a takear chances (malditas expresiones cuya traducción no suena tan bien). Es fácil luego buscar a la persona en AyerPase, Facebook, lo que sea, y escudarse detrás del monitor, donde las palabras fluyen fácilmente. Por eso creo, como dice el título, que los tímidos (y les juro que me duele decir esto, porque quienes me conocen saben que soy muy tímido) no deberían tener premio.